La decoración árabe se caracteriza por el adorno y embellecimiento externo intenso, más que por la arquitectura que la sustenta. Así, el estilo árabe se observa en monumentos, viviendas, palacios y otras construcciones islámicas.

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Entre los materiales mas utilizados por los árabes encontramos el barro, que es uno de los elementos más fáciles de modelar con diferentes formas para dejar las fachadas bien ornamentadas. También se ve en la mayoría de la decoración, la utilización de azulejos y cerámicas, en tonos azules y verdosos.

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Por otra parte, el Islam se manifiesta a través de un culto que no admite imágenes y solo permite la adoración de un solo Dios que es Alá. El ritualismo Islámico dio origen a dos tipos de construcciones religiosas, las mezquitas, donde la comunidad se reúne a orar y la escuela que es el lugar de enseñanza del Corán.

Generalmente se utilizan motivos florales con formas geométricas y estilizadas. La escritura árabe tiene también una función ornamental e iconográfica importante, con la cual se inscriben tallas en las iglesias que son sus iconos religiosos.

Otro elemento que no puede faltar en la decoración árabe, es el elemento agua, contenido en fuentes ubicadas en los patios de las casas, mezquitas y palacios como el Alhambra de Granada o la Mezquita de Córdoba. Las plantas, fuentes y estanques completan un conjunto armónico y bello.

Los murales vienen con redundantes repeticiones simétricas en su decorado, lo que llena el miedo al vacio, intentando no dejar libre ni un solo espacio.

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Para terminar, son indispensables las lámparas de piel, los faroles forjados, las telas vaporosas en tonos rojizos y rosas, las alfombras con diseños geométricos, las mesas y sillas de forja, azulejos, molduras de escayola, arcos y vasijas de barro completan el ambiente morisco que busca la ornamentación árabe.

Fotos:Parquesdeloja, Picasaweb

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